jueves, 18 de marzo de 2010

Calambres musculares… ¿Por qué?

Los calambres musculares son quizás, unas de la sensaciones mas desagradables y limitadoras que puedes tener sobre la bici. En este articulo intentaremos explicarte, por qué ocurren, qué hacer si aparecen o cómo evitar algo que muchos de nosotros hemos sufrido alguna vez.

Aunque pueden sufrirse en cualquier época de al año, el verano es el periodo mas propicio para que hagan acto de presencia los famosos calambres musculares que sin duda, son unos de los trastornos asociados al ejercicio mas temidos por los ciclistas.

Si alguna vez los has sufrido, ya habrás comprobado que, cuando llegan, no hay nada que hacer. Notas como el músculo queda engarrotado a la vez que te invade una incómoda y dolorosa sensación de quemazón. En el mejor de los casos, no te quedará mas remedio que reducir tu ritmo y pedalear con mas calma, mientras que en los peores, te veras obligado incluso a bajarte de la bici y desistir en tu empeño de seguir pedaleando.

En cualquier caso, está claro que algo tan limitador y doloroso al mismo tiempo como son los calambres musculares, no son plato de buen gusto para nadie; por eso mismo, pensamos que nunca está de mas que conozcas el porque de su aparición, y con ello aprendas si no a evitarlos totalmente, si a reducir el riesgo de padecerlos.

Aunque cualquier deportista está expuesto a tener calambres musculares, aquellos que solemos exprimirnos sobre la bici y llevar el pulsímetro a mil pulsaciones tienes muchas mas posibilidades de sufrirlos, ya que como veremos mas adelante, la intensidad del ejercicio es uno de los factores que pueden desencadenar los calambres en tus músculos. Por este motivo, los que toman parte en competiciones de cross country, o los que disfrutan poniendo su corazón a tope de vez en cuando el fin de semana entras en lo que podríamos clasificar como grupo de alto riesgo en padecer este tipo de trastornos musculares.

Si por el contrario, eres de los que se toman las cosas con más calma y no vas de carreras con tu bici, tampoco puedes bajar la guardia. Cuando se toma parte en pedaleadas, o se sale en grupo los fines de semana, hay momentos en que nos solemos animar e intentar seguir el ritmo del grupo, aunque este sea demasiado alto para nosotros. Esta circunstancia unida al calor, a varias horas de pedaleo o a una hidratación insuficiente puede jugarte también una mala pasada en forma de calambres o rampas musculares.

Para resolver todas tus dudas acerca de los calambres musculares y, también para que aprendas a evitarlos, te ofrecemos la siguiente información, recuerda que no son recetas ni formulas mágicas, pero si aplicas con cabeza algunas de las indicaciones que exponemos, puedes ahorrarte esos odiados calambres sobre la bici.

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UN CALAMBRE MUSCULAR CONSISTE EN?

Un espasmo involuntario que aparece, principalmente, en uno o varios de los músculos que ejercitas, en el ciclista evidentemente son los que se encuentran en las piernas.

La tensión que genera el propio espasmo en el interior del músculo hace que los vasos sanguíneos que lo atraviesan queden comprimidos y no pasa sangre a través de ellos. Al no pasar sangre, tampoco llega oxigeno ni nutrientes. La falta sobre todo de oxigeno dentro del músculo es la que produce dolor y la sensación de quemazón tan característica del calambre.

¿POR QUÉ?

Según los estudios realizados al respecto, parece que el calambre se produce cuando la proporción constante entre agua y minerales que existe dentro del músculo se altera.

Cuando se produce este desequilibrio se altera también el correcto funcionamiento de tus músculos, que se contraen en forma involuntaria y descontrolada. (Debes tener en cuenta que los minerales como el sodio o el potasio regulan la función muscular).

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¿CUANDO?

En situaciones cuando se sude mucho, es decir:

  1. Durante esfuerzos muy intensos.
  2. Muy prolongados (de varias horas pedaleando).
  3. Bajo temperaturas muy elevadas (cuando hace mucho calor).

En cualquiera de esta tres situaciones o mas aun, con las tres unidas, tu cuerpo suda intensamente; por ello en estas circunstancias, las pérdidas de minerales son muy importantes si las comparamos con las que se producen cuando sudas muy poco o salo ligeramente.

Este alto ritmo de perdidas afectan enseguida a la cantidad de minerales en el interior del músculo, y la consecuencia de ello son los calambres.

¿A QUIENES AFECTAN MAS?

Bajo las mismas condiciones (situaciones que provoquen una gran sudoración), los calambres siempre afectaran mas a aquellos que están pocos entrenados o tengan un estado de forma inferior.

El motivo es que el entrenamiento regular produce o desarrolla la capacidad de reducir la cantidad de minerales expulsados mediante el sudor, así los menos entrenados pierden mediante el sudor muchos mas minerales (hasta el doble) que los mas entrenados, Aquellos pues que tengan peor forma perderán con forma facilidad el equilibrio mineral de los músculos, con lo que pueden sufrir calambres con mayor facilidad.

RECOMENDACIONES PARA LIBRARTE DE ELLOS

  • La principal medida que puedes tomar para evitarlos es procurar restituir en todo momento las perdidas de liquido y sales minerales que se producen durante el ejercicio, sobre todo si este es muy intenso, prolongado y se realiza en ambiente caluroso. Para ello, debes tomar bebida enriquecidas con sales minerales conocidas también por bebidas con electrolitos, asegúrate que las bebidas contengan entre otros dos minerales: sodio y potasio.
  • Evita, en la medida de lo posible, salir en bici en las horas de mas calor (al mediodía en caso de que no tengas buena condicion física).
  • Ser consciente de tu nivel de condición física y dosificar tu esfuerzo (aunque para los que compiten, este extremo es algo complicado de cumplir).
  • Pedalea con agilidad, ir atrancado crea una fatiga extra en tu musculatura que puede acelerar la aparición de calambres, no abuses del desarrollo.

Y SI A PESAR DE ELLO APARECEN? ¿QUE?

  • Tendrás que combatirlos de la mejor forma que puedas. Si estas en plena competición, poco podrás hacer sino intentar seguir pedaleando como puedas, teniendo claro que tu rendimiento no va a ser el mismo; de cualquier modo deberás tomar bebidas enriquecidas en minerales para intentar recuperar los que has eliminado durante el ejercicio.
  • Si puedes permitirte el bajar de la bici, hazlo y sujétate en un lugar resguardado del calor (con sombra), bebe abundantemente, también con soluciones ricas en sales minerales, y estira tus músculos muy, muy suavemente y sin rebotes, y por supuesto cuando vuelvas a subir a la bici ve con calma.

Con este articulo esperamos que comprendas algo mejor el fenómeno de los calambres, y dispongas de medios o al menos conocimientos suficientes para poder librarte de ellos o saber combatirlos, a partir de ahora los calambres no podrán ser una excusa.

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