miércoles, 10 de febrero de 2010

En la charla que siguió a la gélida pedalada el presidente de la compañía, Rolland Catin, reiteró la importancia que para Time tiene el lanzamiento del pedal Iclic. Recordemos que la empresa francesa es una de las pioneras (junto con Look) en la introducción de la cala automática en el ciclismo a finales de los años ochenta. Catin destacó el paso adelante que supone para la compañía el Iclic; un pedal cuya principal virtud está en la sencillez de su mecanismo de enganche. Un mecanismo que engarza con los orígenes de los primeros pedales automáticos, ya que usa un sistema muy parecido al de las fijaciones de esquí.

La clave del Iclic es que sustituye el típico muelle de los pedales por una lama de carbono que, al presionarla, cierra el mecanismo y engancha la cala. Por tanto, el pedal se encuentra siempre en posición abierta y sólo cierra cuando presionamos sobre la lama. La idea es tan sencilla que sorprende que no se haya puesto en práctica antes. La combinación de flexibilidad y rigidez del carbono permite un enganche claro y contundente, con un "clic" tan sonoro y peculiar que ha servido para dar nombre al pedal.Las ventajas del Iclic
¿Cuáles son las ventajas del nuevo pedal? Más ligero, más rígido, mayor superficie de apoyo, preapertura permanente, desenganche rápido e intuitivo, mantenimiento de la libertad angular y de la regulación del factor Q... Estas son algunas de las bondades que nos comentaron los responsables de Time, pero a priori para nosotros tiene una ventaja muy clara y es que se ha evitado la fricción entre el muelle que tensa la cala y la pieza metálica de la misma. De este modo, pensamos que el mantenimiento y duración del Iclic será muy superior al de los demás pedales del mercado (en los tests de fatiga han soportado los 120.000 ciclos, según Time). En resumen, un pedal aparentemente a prueba de bombas. Incluso estéticamente parece que los Iclic tienen un aspecto más robusto que los anteriores RXS.

El Iclic mantiene las principales virtudes de sus pedales anteriores: libertad angular de 5º, desplazamiento lateral de 2,5mm y una distancia respecto al eje del pedalier muy pequeña (12,7mm). El peso se ha rebajado en unos 50g para los tope de gama con eje de titanio y se ha aumentado la superficie de apoyo hasta los 447mm2. La cala también presenta novedades: fabricada en doble composite, sin pieza metálica y con tres tacos de apoyo más altos que las calas anteriores... el peso final se ha rebajado hasta los 59g el par (peso comprobado).

Estos pedales, al igual que la gama anterior RXS, se fabrican en Francia, concretamente en Nevers. En España, las primeras unidades llegarán a las tiendas a partir de la primera semana de enero. La gama de los Iclic se compone de cuatro modelos los Titan Carbon (175g y 295€), los Carbon (225g y 160€), los Racer (255g y 115€) y los Iclic (260g y 89€).

LAS PRIMERAS SENSACIONES

Como comentábamos la salida se efectúo durante un par de horas por los gélidos alrededores de París. Trazado llano y con viento de costado en muchas ocasiones que nos sirvió para ver cómo se las gastan haciendo abanicos nuestros colegas franceses. Las monturas eran mayoritariamente las nuevas Time Instinct de cuadro monocasco, alguna RXR Ulteam y una VXRS Ulteam –sobre la que iba un servidor–. Abrigados hasta las cejas, de lo que se trataba era de tener una primera toma de contacto con los pedales Iclic, en concreto del modelo intermedio Racer.

Curiosamente, la primera sensación provino de las calas y es que notamos enseguida que el taqueado es más elevado que en otros modelos y, al andar con ellas, tienes una ligera sensación de ir sobre zancos. Pero lo importante era probar el Iclic y su novedoso sistema de enganche y desenganche. La verdad es que nos impresionó mucho y nos gusto otro tanto.

El sistema de preapertura evita que tengas que estar buscando la posición óptima para hacer presionar con la cala. Con el Iclic colocas la punta de la cala y sólo tienes que bajar el pie; es el propio pedal quien se cierre y te atrapa. Sencillo y súper rápido. Al eliminar el rozamiento de la cala para abrir el pedal, el enganche es seco y contundente y, al desenganchar, la sensación es de que el propio mecanismo te expulsa al mover el tobillo hacia fuera. Nos llamó mucho la atención el "clic" que emite el pedal al enganchar.

Ya en marcha, las sensaciones fueron buenas, pero necesitaremos una prueba más larga para comprobar la rigidez de los mismos o si se mantiene esa bilibertad que tan apreciados ha hecho hasta el momento a los Time RXS. En los pocos kilómetros que rodamos por París, la sensación es que la libertad angular parece menor, aunque es posible que eso se deba a que no habíamos regulado correctamente la tensión del enganche o sencillamente a que, al tratarse de unos pedales completamente nuevos, aún necesitaban un poco más de uso para ofrecer esa libertad de movimiento que predica Time.

Más información:
www.timesport.fr





No hay comentarios:

Publicar un comentario