
La clave del Iclic es que sustituye el típico muelle de los pedales por una lama de carbono que, al presionarla, cierra el mecanismo y engancha la cala. Por tanto, el pedal se encuentra siempre en posición abierta y sólo cierra cuando presionamos sobre la lama. La idea es tan sencilla que sorprende que no se haya puesto en práctica antes. La combinación de flexibilidad y rigidez del carbono permite un enganche claro y contundente, con un "clic" tan sonoro y peculiar que ha servido para dar nombre al pedal.Las ventajas del Iclic
¿Cuáles son las ventajas del nuevo pedal? Más ligero, más rígido, mayor superficie de apoyo, preapertura permanente, desenganche rápido e intuitivo, mantenimiento de la libertad angular y de la regulación del factor Q... Estas son algunas de las bondades que nos comentaron los responsables de Time, pero a priori para nosotros tiene una ventaja muy clara y es que se ha evitado la fricción entre el muelle que tensa la cala y la pieza metálica de la misma. De este modo, pensamos que el mantenimiento y duración del Iclic será muy superior al de los demás pedales del mercado (en los tests de fatiga han soportado los 120.000 ciclos, según Time). En resumen, un pedal aparentemente a prueba de bombas. Incluso estéticamente parece que los Iclic tienen un aspecto más robusto que los anteriores RXS.

Estos pedales, al igual que la gama anterior RXS, se fabrican en Francia, concretamente en Nevers. En España, las primeras unidades llegarán a las tiendas a partir de la primera semana de enero. La gama de los Iclic se compone de cuatro modelos los Titan Carbon (175g y 295€), los Carbon (225g y 160€), los Racer (255g y 115€) y los Iclic (260g y 89€).
LAS PRIMERAS SENSACIONES

Curiosamente, la primera sensación provino de las calas y es que notamos enseguida que el taqueado es más elevado que en otros modelos y, al andar con ellas, tienes una ligera sensación de ir sobre zancos. Pero lo importante era probar el Iclic y su novedoso sistema de enganche y

El sistema de preapertura evita que tengas que estar buscando la posición óptima para hacer presionar con la cala. Con el Iclic colocas la punta de la cala y sólo tienes que bajar el pie; es el propio pedal quien se cierre y te atrapa. Sencillo y súper rápido. Al eliminar el rozamiento de la cala para abrir el pedal, el enganche es seco y contundente y, al desenganchar, la sensación es de que el propio mecanismo te expulsa al mover el tobillo hacia fuera. Nos llamó mucho la atención el "clic" que emite el pedal al enganchar.

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