miércoles, 1 de septiembre de 2010

EL SILLIN Y LA SALUD

Uno de los pocos problemas para la salud derivados del ciclismo es la presión que se ejerce al sentarse en el sillín sobre la próstata, una glándula de la anatomía masculina que suele crecer con la edad. Los nuevos diseños en la forma del sillín pueden reducir considerablemente la presión ejercida, también en el caso de las mujeres.

El cuerpo humano ha evolucionado para andar y correr, no para pedalear. Cuando nos sentamos a horcajadas sobre un estrecho sillín y dejamos descansar nuestro peso en él durante horas, sometemos a rozamiento, calor y sobre todo una fuerte presión a unas partes del organismo que no están preparadas para ello. En el caso de practicar la bici de montaña, o circular por asfalto en mal estado, el tema se agrava con los saltos que provocan las irregularidades del terreno. Por todo ello, a pesar de que el pedaleo es mucho más eficiente y mucho menos dañino para las articulaciones que la carrera a pie, puede aumentar el riesgo de problemas en la próstata.

ANATOMIA: UNA GLANDULA CONOCIDA POR SUS PROBLEMAS
La próstata está situada debajo de la vejiga urinaria, hacia el lado de su salida y frente del recto. Cuando está sana tiene la medida aproximada de una nuez. Las células de esta glándula fabrican una parte del líquido seminal que protege y alimenta los espermatozoides del semen, que se produce en las vesículas seminales, situadas alrededor de la próstata. El detalle anatómico más importante por los problemas que produce es que la próstata rodea la primera parte de la uretra, el conducto que evacua la orina y el semen hasta el pene. La próstata crece desde nuestra niñez, pues las hormonas masculinas la estimulan desde el período fetal hasta la edad adulta, cuando adquiere el tamaño normal. Si las hormonas masculinas disminuyen mucho reduce su tamaño hasta casi desaparecer. La próstata tiene a menudo la desagradable costumbre de seguir creciendo con los años. Se llama hipertrofia benigna de la próstata. Todos los hombres, si viven lo suficiente, acaban padeciendo tarde o temprano problemas derivados de ella, en principio aumentos de tamaño generalmente benignos, pero a veces se convierten en cancerosos. Como hemos visto, la localización de la próstata es problemática al estar situada como envolviendo el conducto de la uretra, que es el que permite salir la orina. Evidentemente es un mal diseño que molesta cuando la próstata crece, y que antes no daba tantos problemas, pues los hombres no vivían lo suficiente para notarlos. Pero ahora la esperanza de vida es más larga. Si además montamos en bicicleta y no tomamos precauciones los ciclistas de sexo masculino tienen bastantes probabilidades de padecerlas. Probablemente los lectores sean conscientes que la mayoría de los abuelos necesitan orinar más a menudo, de día y de noche. La causa está en que ya padecen la llamada hipertrofia benigna de la próstata, es decir, el aumento de tamaño sin que se deba a un tumor canceroso. El crecimiento de la próstata les oprime la uretra, de forma que cuesta más vaciar completamente la vejiga y más a menudo sienten ganas de orinar.

PRÓSTATA Y BICICLETA
El autor de estas líneas no ha encontrado trabajos científicos que relacionen el uso de la bici con el cáncer de próstata. Es un hecho importante a recordar, pues a veces la gente habla por hablar de este tema. Sin embargo sí hay más riesgo de sufrir prostatitis o inflamación de la próstata. La práctica regular del ciclismo se asocia a una mayor incidencia de patologías causadas por el sillín y los baches. Curiosamente, los cirujanos otorrinolaringólogos también las padecen con más frecuencia que los otros médicos debido a que utilizan sillines similares para realizar las intervenciones de oído. Las estadísticas dicen que los ciclistas tienen una mayor tasa de esterilidad [[y una mayor longitud del pene]]. La infertilidad puede ser causada por la presión contra la próstata, que aunque no contiene espermatozoides, aporta al líquido seminal, casi todo el líquido eyaculado.

OTRO PROBLEMA DEL SILLÍN
Pedalear sentado produce una presión en la llamada “zona pudenda”, tanto en hombres como en mujeres. Se comprimen nervios que salen de la base de la columna y que inervan la anatomía de la zona, produciendo a veces entumecimiento temporal y reversible del perineo, las partes blandas que están debajo de la pelvis, entre la base del pene y el recto. Este nervio puede ser comprimido en la base del pene. Por ello algunos ciclistas se quejan de falta de sensibilidad del pene o el escroto durante unas horas después de una salida. Técnicamente este problema es una neuropatía del sillín. Las ciclistas pueden sufrir la misma compresión [del nervio pudendal] y sentir entumecimiento en el perineo y vulva temporalmente. El ciclismo no induce cáncer de próstata ni su hipertrofia, según un urólogo francés que estudió el tema, pero sí se relaciona con lesiones como daños a la uretra y el posterior estrechamiento del conducto uretral, contusiones (que dejan la zona azulada), y congestión de la próstata que causa malestar, a veces durante semanas. La prostatitis o inflamación de la próstata puede ser producida también por una infección, caso en que sí que debe tratarse con antibióticos. Los hombres, ciclistas o no, deben realizar revisiones de la próstata a partir de los 40 años. El reconocimiento del urólogo del tamaño y estado de la próstata es a menudo mediante el tacto rectal, aunque cada vez más es sustituido por análisis de sangre (buscando la llamada PSA), que indica cuando tiene valores anormales la necesidad de aclarar la cuestión, que también puede hacerse de forma más precisa y cómoda mediante una ecografía abdominal. Debe hacerse por precaución, especialmente si se monta en bici regularmente, aunque sean tan poco sugerentes como las visitas al ginecólogo para las mujeres.

CURAR Y PREVENIR
Hay unas cuantos consejos útiles como prevención para la todos los ciclistas, jóvenes o no. Si ya se sufren problemas del tipo de los mencionados anteriormente pueden suponer una alternativa a colgar la bicicleta. El consejo más elemental es cambiar a menudo de posición en la bici, incorporándose y pedaleando de pie. En los descensos conviene levantarse del sillín a ratos. En el ciclismo de carretera es básico en los descensos con mal firme; pero en la bicicleta de montaña lo es aún más, a pesar de la mejora que han significado las suspensiones. Otra medida importante es usar un sillín adecuado para que tu peso se apoye más en los huesos pélvicos y menos en las partes blandas. Los más adecuados son los sillines con hendidura central. Un sillín ha de adaptarse a la anatomía individual, hay quien necesita que sea más ancho de lo habitual, no existe un modelo universal. Por supuesto debe tener un buen acabado para evitar rozaduras y se recomienda colocarlo con la punta mirando ligeramente hacia abajo, con lo que desplazamos el peso más atrás. Un sillín sin ranura central y muy blando no es nada recomendable, ya que provoca que se apoye en exceso el peso corporal la zona de la próstata en lugar de hacerlo sobre los huesos pélvicos [[isquiones]] El culote debe tener una badana suficientemente acolchada. También hay que recordar, para los no profesionales especialmente, que los neumáticos muy hinchados son más competitivos, pero amortiguan menos. Incorporar en la dieta las semillas de calabaza mejora la función prostática y reducen la probabilidad de problemas prostáticos. En cualquier caso si el problema no se resuelve consulta con el urólogo.

LA ESTENOSIS URETRAL
Un problema que a veces es causado por el ciclismo es el estrechamiento de la uretra, por la cicatrización de tejido fibroso que resulta de la lesión o inflamación de la uretra. La elasticidad de la uretra se pierde. Los golpes en la región perineal pueden desencadenarla. En algunos casos obliga abandonar el ciclismo.